Sergivaz llegaba del trabajo y se iba caminando hacia la Peugeot, todo ilusionado puesto que era el gran día.
Allí estaba preparado, todo brillante, oliendo a nuevecito, esperándole para darse su primer paseo.
El comercial le entrega la llave, entra dentro de él, comienza a mirar todo, a ajustarse todo y a quedarse maravillado de él
Primer giro a la llave, espera que se apaguen los testigos y acabando de darle el giro oye el resonar del motor. No hay mayor felicidad para Sergivaz en ese momento. Pone primera y sale por fin del concesionario y comienza a rodar con él...
Pues sí, hace 6 años que tengo el gatito justamente hoy, y cada día más contento con él
